Una noche en la ópera
Reparto: Groucho Marx, Chico Marx, Harpo Marx, Margaret Dumont...
EEUU – 1935
ARGUMENTO
Los Hermanos Marx dan vida a tres personajes que intentarán sabotear una función de ópera, para favorecer así los intereses de una joven pareja de cantantes.
Cuando me duele la cabeza me tomo una aspirina. Cuando estoy deprimido veo Una noche en la ópera.
Rafael Azcona (Guionista)
COMENTARIO
Entre los miles de fans de los Hermanos Marx siempre ha existido una controversia: ¿Cuál es su mejor película? Para muchos no hay duda: Sopa de ganso. Una gran película de mensaje antibelicista, en la que Groucho, Harpo, Chico y también Zeppo se tomaban a broma hasta la mismísima guerra. Para otros está igual de claro. La mejor película de los Hermanos Marx es Una noche en la ópera.
Yo ni siquiera creo que el resultado del debate tenga la menor importancia. Los Hermanos Marx dieron lugar a una de las filmografías más brillantes del género humorístico, y recordando los cientos de momentos inolvidables que protagonizaron, uno acaba por olvidar el título en los que tenían lugar.
Dicho esto, es muy posible que Una noche en la ópera sea la película que más de esos momentos inolvidables acapare. Aunque también es cierto que, debido al contexto operístico de la historia, es de las que incluye más números musicales, esas interrupciones de la narración marxista que siempre han molestado tanto al espectador contemporáneo, menos familiarizado con el teatro de variedades de la época.
Debates aparte, lejos de la anarquía reinante en todas las películas de los Hermanos Marx, Una noche en la ópera es todo un ejemplo de trabajo y planificación. El mítico productor Irving Thalberg se llevó de gira a los actores con el guión de la película, para probarlo noche tras noche en teatros y frente a diferentes públicos. De esta forma se iban eliminando poco a poco los chistes que no funcionaban, depurando aquellos que estaban a medio camino del éxito, e incluso calculando el tiempo necesario para no juntar dos gags seguidos, de forma que las risas del primero no impidiesen escuchar el segundo.
El resultado es una de las películas más divertidas de todos los tiempos. Una interminable sucesión de golpes de humor que aún hoy en día, 72 años después de su estreno, conservan intacta su eficacia.
Esta intemporalidad es un logro al alcance de muy pocos. No hay más que comparar con el cine de humor que estamos acostumbrados a ver hoy en día. Esas películas “de risa” que sin embargo, salvo notables excepciones, solo nos hacen sonreír en los tres o cuatro momentos que ya vemos en el trailer promocional, y que por tanto ya han perdido toda su espontaneidad al verlos por segunda vez.
A Una noche en la ópera no le sucede eso. Da igual cuantas veces se vea: funciona siempre y funciona muchas veces. Porque está repleta de escenas hilarantes. Todo el mundo habla del camarote de los Hermanos Marx, pero no podemos olvidar el comienzo de la película, en el que Groucho deja plantada a la oronda Margaret Dummont, para comer en la mesa de al lado con una exuberante mujer. O la famosa escena en la que el propio Groucho y Chico intentan llegar a un acuerdo, para firmar el famoso contrato en el que “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”. O la escena de las camas, o el discurso de los aviadores... O todo un infinito número de chistes desperdigados a lo largo de toda la historia.
En definitiva, Una noche en la ópera es una obra maestra que ha sobrevivido como pocas películas al paso del tiempo. Todo un clásico que deberían visionar todos los alumnos en los colegios, los institutos y las facultades... Y por qué no, también los trabajadores y los jefes en las empresas. Para que todo el mundo se de cuenta de que la vida no se vive igual si no es con una sonrisa. Y para conseguirla hay poca gente de la que nos podamos fiar más que de los Hermanos Marx.
Dicho esto...
ABOGADO
Es una de las películas más divertidas de toda la historia del cine. Y que siga siéndolo 72 años después de su estreno dice mucho de ella.
FISCAL
Da igual que los Hermanos Marx procedan del teatro de variedades. Los números musicales rompen el ritmo de la película, y lo peor de todo, privan al espectador de unas cuantas carcajadas.
VEREDICTO
¿Por qué Una noche en la ópera es un clásico imprescindible?
Porque los Hermanos Marx son de por sí parte de la gran historia del cine. Y ésta es, posiblemente, su mejor película.
EEUU – 1935
ARGUMENTO
Los Hermanos Marx dan vida a tres personajes que intentarán sabotear una función de ópera, para favorecer así los intereses de una joven pareja de cantantes.
Cuando me duele la cabeza me tomo una aspirina. Cuando estoy deprimido veo Una noche en la ópera.
Rafael Azcona (Guionista)
COMENTARIO
Entre los miles de fans de los Hermanos Marx siempre ha existido una controversia: ¿Cuál es su mejor película? Para muchos no hay duda: Sopa de ganso. Una gran película de mensaje antibelicista, en la que Groucho, Harpo, Chico y también Zeppo se tomaban a broma hasta la mismísima guerra. Para otros está igual de claro. La mejor película de los Hermanos Marx es Una noche en la ópera.
Yo ni siquiera creo que el resultado del debate tenga la menor importancia. Los Hermanos Marx dieron lugar a una de las filmografías más brillantes del género humorístico, y recordando los cientos de momentos inolvidables que protagonizaron, uno acaba por olvidar el título en los que tenían lugar.
Dicho esto, es muy posible que Una noche en la ópera sea la película que más de esos momentos inolvidables acapare. Aunque también es cierto que, debido al contexto operístico de la historia, es de las que incluye más números musicales, esas interrupciones de la narración marxista que siempre han molestado tanto al espectador contemporáneo, menos familiarizado con el teatro de variedades de la época.
Debates aparte, lejos de la anarquía reinante en todas las películas de los Hermanos Marx, Una noche en la ópera es todo un ejemplo de trabajo y planificación. El mítico productor Irving Thalberg se llevó de gira a los actores con el guión de la película, para probarlo noche tras noche en teatros y frente a diferentes públicos. De esta forma se iban eliminando poco a poco los chistes que no funcionaban, depurando aquellos que estaban a medio camino del éxito, e incluso calculando el tiempo necesario para no juntar dos gags seguidos, de forma que las risas del primero no impidiesen escuchar el segundo.
El resultado es una de las películas más divertidas de todos los tiempos. Una interminable sucesión de golpes de humor que aún hoy en día, 72 años después de su estreno, conservan intacta su eficacia.
Esta intemporalidad es un logro al alcance de muy pocos. No hay más que comparar con el cine de humor que estamos acostumbrados a ver hoy en día. Esas películas “de risa” que sin embargo, salvo notables excepciones, solo nos hacen sonreír en los tres o cuatro momentos que ya vemos en el trailer promocional, y que por tanto ya han perdido toda su espontaneidad al verlos por segunda vez.
A Una noche en la ópera no le sucede eso. Da igual cuantas veces se vea: funciona siempre y funciona muchas veces. Porque está repleta de escenas hilarantes. Todo el mundo habla del camarote de los Hermanos Marx, pero no podemos olvidar el comienzo de la película, en el que Groucho deja plantada a la oronda Margaret Dummont, para comer en la mesa de al lado con una exuberante mujer. O la famosa escena en la que el propio Groucho y Chico intentan llegar a un acuerdo, para firmar el famoso contrato en el que “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”. O la escena de las camas, o el discurso de los aviadores... O todo un infinito número de chistes desperdigados a lo largo de toda la historia.
En definitiva, Una noche en la ópera es una obra maestra que ha sobrevivido como pocas películas al paso del tiempo. Todo un clásico que deberían visionar todos los alumnos en los colegios, los institutos y las facultades... Y por qué no, también los trabajadores y los jefes en las empresas. Para que todo el mundo se de cuenta de que la vida no se vive igual si no es con una sonrisa. Y para conseguirla hay poca gente de la que nos podamos fiar más que de los Hermanos Marx.
Dicho esto...
ABOGADO
Es una de las películas más divertidas de toda la historia del cine. Y que siga siéndolo 72 años después de su estreno dice mucho de ella.
FISCAL
Da igual que los Hermanos Marx procedan del teatro de variedades. Los números musicales rompen el ritmo de la película, y lo peor de todo, privan al espectador de unas cuantas carcajadas.
VEREDICTO
¿Por qué Una noche en la ópera es un clásico imprescindible?
Porque los Hermanos Marx son de por sí parte de la gran historia del cine. Y ésta es, posiblemente, su mejor película.
2 comentarios:
Qué decir de los Marx..... unos genios, sin discusión. Recomiendo para los amantes del humor surrealista el libro "Groucho y yo", escrito por el sin par Julius Henry Marx. De los mejores fármacos para combatir depresiones.
Grandísima película, cierto. A pesar de ello, yo soy uno de esos que prefieren "Sopa de Ganso". No sé, me parece una peli más genuina de los Marx, más representativa de ese genial humor del absurdo que marcó su estilo. Sólo de recordar los gags de "el coche de su excelencia!!" me entra la risa.
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