jueves, 23 de abril de 2009

El diablo sobre ruedas

EL DIABLO SOBRE RUEDAS (DUEL)
Director: Steven Spielberg
Reparto: Dennis Weaver, Jacqueline Scott, Eddie Firestone...
EEUU - 1971

ARGUMENTO
Un hombre conduce su coche desde su casa hasta una ciudad más o menos lejana. Circula por carreteras tranquilas y todo sucede según lo habitual hasta que se encuentra en su camino con un gran camión. Le adelanta una vez, pero el conductor del gran vehículo parece tomarse el adelantamiento como algo personal y empieza a conducir de manera muy agresiva, hasta llegar a poner en peligro la vida del protagonista.

CRÍTICA
Hay personas que se convierten en directores de cine y otras que han nacido para ser cineastas. Este último es el caso de Steven Spielberg, un hombre que no necesita ningún tipo de presentación y cuya filmografía es, posiblemente, la más conocida y de las que más dinero ha dado a la industria de Hollywood a lo largo de su historia.

Toda carrera tiene un comienzo y El diablo sobre ruedas es la película que mejor retrata los inicios de Spielberg, mostrando todo el talento narrativo que ya tenía en su interior con apenas 25 años. Después de dirigir varias piezas cortas y de convertirse en realizador de uno de los capítulos de la serie de misterio Galería Nocturna, Spielberg fue escogido para dirigir este telefilme que pasó de ser una simple película para televisión a convertirse en un título de exhibición en salas con notable éxito en varios festivales cinematográficos de medio planeta.

La historia de la película no puede ser más sencilla: el conductor de un coche empieza a ser embestido una y otra vez por un gran camión cuyo conductor parece querer acabar con su vida. Spielberg supo sacar de esa premisa y de un reducidísimo presupuesto mucho más jugo del que cualquier otro habría sabido obtener.

La tensión está perfectamente llevada de principio a fin y es un gran acierto el que no lleguemos a ver nunca la cara del conductor del camión, ya que así el vehículo se convierte en un gran monstruo que representa la misma esencia de cualquier otro que hayamos visto antes. Es más, al dejar para la imaginación del espectador tanto la imagen de ese chófer como los motivos que le conducen a actuar así, la película consigue tener una tensión añadida tremendamente efectiva.


En cuanto a los recursos para llevar a cabo una película en la que apenas vemos más que una persecución en coche de ochenta minutos, decir que son ilimitados. Hay todo tipo de planos llenos de imaginación, desde ese inicial en el que vemos salir al coche de su garage con la cámara situada justo sobre el parachoques delantero, hasta cada uno de los planos que muestran la carrera de ambos coches por las desiertas carreteras por las que circulan. No es de extrañar viendo la película que el propio Spielberg reconozca que él mismo la visiona de vez en cuando para inspirarse en ese descaro y esa falta de complejos juvenil con los que llevó a cabo la filmación de El diablo sobre ruedas.

Pero no solo hay maestría en los planos de carretera. También es imprescindible la secuencia que se desarrolla en el interior de un bar en el que se detiene el protagonista para intentar deshacerse del gran camión. Es allí donde se da cuenta de que su enemigo no ha continuado su camino y de que, aparentemente, el conductor se encuentra comiendo algo entre el resto de clientes. El intercambio de miradas entre el personaje principal y los lugareños del bar es para impartir un curso entero en cualquier escuela de cine.

ABOGADO
Es una película que hay que ver. Da igual que vaya a cumplir cuarenta años dentro de poco porque no se nota. Con ella Spielberg demuestra que no hacen falta grandes presupuestos para hacer una obra maestra. De hecho, fue así como se ganó la confianza de los grandes estudios para llevar a cabo, años después, las grandes obras que todos recordamos. Son ochenta minutos de adrenalina pura y dura. Una joya imprescindible.

FISCAL
Por poner pegas, los monólogos interiores del protagonista se hacen un poco pesados para el espectador. Quizás es el único detalle en el que se aprecia un cierto envejecimiento de la película, pero vamos, que ya quisieran muchas seguir así de bien después de tantos años.

VEREDICTO
¿Por qué El diablo sobre ruedas es una película imprescindible?
Porque es la historia más sencilla del mundo, pero contada desde el prisma de uno de los cineastas más importantes de la historia del cine.

TRAILER

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