jueves, 9 de octubre de 2008

No me pidas que te bese porque te besaré

NO ME PIDAS QUE TE BESE PORQUE TE BESARÉ
Director: Albert Espinosa
Reparto: Eloy Azorín, Albert Espinosa, Teresa Hurtado de Ory…
España - 2008

ARGUMENTO
En tan solo cinco días Albert contraerá matrimonio con su novia Helena. Sin embargo, el futuro marido no tiene tan claro como él quisiera que ella sea la mujer de su vida. Inmerso en un mar de dudas, Albert decide apuntarse a un curso de guitarra para personas con algún tipo de discapacidad mental. Allí conocerá a sus compañeros de clase, unas personas especiales que ven el mundo de una forma mucho más sencilla que la del común de los mortales.

CRÍTICA
No me pidas que te bese porque te besaré es una película que parece haber sido concebida por su guionista más como un producto especial, que como una película entretenida. Y lo único que ha conseguido Albert Espinosa es hacer una extraña opera prima, que si resulta especial es más por méritos negativos que positivos.

La película empieza centrada en una historia de amor y dudas. El arranque es bueno y rápido, pero a partir de ahí se viene abajo. No evoluciona ni pasa nada especial. Todo son pajas mentales del protagonista, y pajas de otro tipo por parte del personaje interpretado por Albert Espinosa. En este sentido, es bastante descarado que el director se ha escrito para sí mismo el papel (pretendidamente) más agradecido de la película. Un hombre que siempre está haciendo bromas sobre todo y que parece ser un claro alter ego del guionista.

En este momento, habría que hacer un paréntesis y explicar algunas cuestiones. No es que un guionista y/o director no pueda y/o deba hablar de sí mismo al crear un personaje. El problema es que Albert Espinosa ya nos contó la triste (y conmovedora historia) del cáncer que vivió, y cómo perdió una de sus piernas siendo niño. Ese guión suyo era el de Planta Cuarta y la película funcionó. Pero No me pidas que te bese porque te besaré, en principio, era otra historia y tal vez en ella no había sitio de nuevo para él y su rebeldía onanista.

En cambio, los que sí salvan un poco la película son los personajes especiales. Esos que asesoran al protagonista y le muestran una forma de ver la vida completamente diferente. Ellos son los responsables de los momentos más divertidos de la historia y los únicos que de verdad transmiten algo de novedad. Eso sí, habría que preguntar al director por qué estos papeles no fueron interpretados por alguna persona especial de verdad, ya que el casting de actores es un poco irregular y difícil de creer en algunos casos.

ABOGADO
No hay duda de que Albert Espinosa ha sabido vender muy bien su película. En alguna entrevista ha dicho que su historia cuenta un secreto para saber si uno está o no enamorado de su pareja. Es más, en plan pretencioso ha confesado que le gustaría que algunas parejas rompiesen su relación después de ver juntos la película. Pues bien, que nadie haga caso. Tampoco la película sorprende ni responde a estas preguntas. Así que los que sean felices que sigan con sus parejas y los que no lo tengan claro que se lo piensen... pero no hace falta que se gasten el dinero para ver la película.

FISCAL
La película va perdiendo puntos conforme se va recordando. En plan exigente hay muchas cosas reprochables y algún que otro momento grotesco e inexplicable que genera rechazo (como la escena en la que Eloy Azorín empieza a decirle a su novia que no la quiere mientras habla como si fuese disminuido psíquico... ¡Que alguien me la explique, por favor!)

VEREDICTO
Aprobado (Solo los especiales salvan la película).

TRAILER

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