Gran Torino

GRAN TORINO
Director: Clint Eastwood
Reparto: Clint Eastwood, Cory Hardrict, Geraldine Hughes
EEUU - 2008

ARGUMENTO
Walt Kowalski es un veterano de la Guerra de Corea que acaba de quedarse viudo. El panorama que tiene por delante no es demasiado prometedor. Vive solo junto a su perro en un barrio donde se ha multiplicado en los últimos años la presencia de inmigrantes orientales que no son de su agrado, por lo que cada día se convertirá en un acto de supervivencia y, sobre todo, de defensa de su más preciada posesión: un Gran Torino del año 1972.

CRÍTICA
Después de ver Gran Torino sorprende un poco leer los grandilocuentes y exagerados comentarios de algunos críticos sobre el último trabajo de Clint Eastwood, posiblemente uno de los más flojos de toda su filmografía. Ya no es solo lo mucho que perdería Gran Torino si se la comparase con algunas de las obras maestras de Eastwood, es que incluso se antoja bastante inferior a El intercambio, el otro título estrenado este año por el veterano director, que tampoco acaba de responder a las expectativas.

A pesar de la elegante huella de Clint Eastwood, Gran Torino resulta un poco obvia e incluso vista durante mucha parte de su metraje. Eso la hace previsible a ratos y difícil de creer el resto del tiempo. Sin ir más lejos, la repentina relación padre – hijo que se establece entre ese cascarrabias fascistoide y el chaval oriental se antoja, cuanto menos, poco justificada.

Por poner un ejemplo, en American History X el neonazi al que daba vida Edward Norton acababa haciéndose amigo de un hombre de raza negra. En aquella ocasión había un personaje que se dejaba querer poco a poco, gastando bromas incluso racistas sin perder la paciencia, hasta que conseguía arrancar la sonrisa de su enemigo. En Gran Torino todo es menos elaborado. Simplemente toca que el arco del personaje de Clint Eastwood evolucione (a sus setenta y muchos) hacia una mentalidad más abierta, pero no hay unos hechos especialmente creíbles o repetidos que justifiquen ese cambio de registro.

Por otra parte, hay mucho personaje plano en la historia. Esa banda de delincuentes orientales que todo el mundo sabe que acabarán truncando la película resulta bastante caricaturesca y más propia del cine manga que de una película de corte clásico. Y lo mismo pasa con la materialista familia de Clint Eastwood. Si hay alguien que no haya visto antes a esos mismos personajes en otras películas que levante la mano.

Dicho esto, ¿qué se puede rescatar? En primer lugar el tono ácido de la primera parte de historia, bastante efectivo. En segundo lugar, el espíritu y el buen rollo que transmiten casi siempre los personajes protagonistas en las películas de Clint Eastwood. La dignidad y nobleza de todos ellos también está presente en el Walt Kowalski de Gran Torino. Por último, es más que posible que la película gane unos cuantos enteros viéndola en versión original. El doblaje que les han puesto en España a la mayoría de personajes orientales es casi denunciable.

ABOGADO
Hay que destacar el trabajo del propio Eastwood como actor principal de la película (¿será verdad eso de que esta va a ser la última vez que le veamos dirigiéndose a sí mismo?). Transmite mucha fuerza y bastante credibilidad en la piel de un hombre que bien podría ser el mismísimo Harry, el sucio a los ochenta años. Aún así, con Clint Eastwood pasa lo mismo que con Woody Allen, que ya les hemos visto antes en papeles similares y cuesta un poco separar al actor del personaje. Por ese motivo, este último nos acaba sonando un poco más de la cuenta.

FISCAL
Durante más de hora y media el espectador está esperando que pase algo. Se intuye por dónde van a ir los tiros, pero decepciona que ese giro se separe tan poco de las previsiones del espectador.

VEREDICTO
Aprobado (Decepcionante).

TRAILER