El luchador
EL LUCHADOR (THE WRESTLER)
Director: Darren Aronofsky
Reparto: Mickey Rourke, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood
EEUU - 2008
ARGUMENTO
Randy "The Ram" Robinson es toda una leyenda del wrestling (lucha libre norteamericana). En los años ochenta triunfaba, llenaba estadios y era un ídolo de masas. 20 años más tarde apenas puede sobrevivir cobrando poco dinero por pequeñas peleas en locales diminutos. Por si fuera poco, una lesión cardiaca le impedirá seguir dedicándose a lo único que sabe hacer bien en la vida.
CRÍTICA
Impresionante Mickey Rourke. Esa es la frase que más viene a la cabeza mientras se ve y se disfruta El luchador. Una película rodada con estilo moderno y pulso nervioso para perseguir una y otra vez la espalda del protagonista, pero que recuerda bastante a otros títulos deportivos de los años ochenta. Y es que hay mucho de nostálgico en esta historia, tanto por el recuerdo de ese tiempo pasado que fue mucho mejor como por el estilo de vida de ese luchador anclado económica y espiritualmente en esos ochenta, de los que apenas ha podido conservar una vieja consola de la marca Nintendo en la que todavía aparece como estrella mediática.
Muchos acusarán a la película de contar con varios tópicos del cine deportivo y de otras biografías cinematográficas con bajadas a los infiernos y resurrecciones varias. Es posible que estén en lo cierto, pero el mérito de la película es haber llevado esa historia más o menos típica al inexplorado terreno del wrestling norteamericano. Un mundo al margen de cualquier otra competición deportiva que cuenta con una serie de códigos realmente interesantes como trasfondo para la historia.
Ese mundillo representa a la vez lo mejor y lo peor de la condición humana. Lo mejor por el compañerismo que se esconde detrás de tanta brutalidad y tanta farsa. Lo peor por las secuelas físicas y psicológicas que deja el deporte. Son luchadores que nunca llegarán a ganar un título de verdad pero que tienen que sufrir en su cuerpo las vejaciones y el desgaste de cualquier boxeador de éxito. Es, por tanto, El luchador una contundente y emotiva historia sobre un deporte de mentira que, sin embargo, estruja y castiga a personas de carne y hueso.
ABOGADO
Sean Penn (Mi nombre es Harvey Milk) ya tenía un Oscar y, casi con toda seguridad, ganará un par de ellos más a lo largo de su carrera. El premio al mejor actor de este año tenía que haber sido para Mickey Rourke. Es cierto que su físico desgastado y maltratado por los excesos era el idóneo para interpretar al luchador, pero también es indudable que el actor le da a su personaje una presencia, un carisma y una nobleza muy difíciles de superar. Rourke consigue que un personaje tan patético no pierda la dignidad ni un solo segundo.
FISCAL
Marisa Tomei no era la persona indicada para interpretar a la otra protagonista de la historia. En el guión se habla de una mujer en decadencia física y psicológica (alter ego femenino de Rourke), y aunque la actriz no está nada mal en su papel, nadie se cree que los clientes de ese lugar de striptease la ninguneen como lo hacen. Una actriz más mayor y menos atractiva le hubiese dado un poco más de credibilidad tanto al personaje como a la historia de amor.
VEREDICTO
Notable (Para fans de la lucha libre, el buen cine y/o las interpretaciones legendarias).
TRAILER
Director: Darren Aronofsky
Reparto: Mickey Rourke, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood
EEUU - 2008
ARGUMENTO
Randy "The Ram" Robinson es toda una leyenda del wrestling (lucha libre norteamericana). En los años ochenta triunfaba, llenaba estadios y era un ídolo de masas. 20 años más tarde apenas puede sobrevivir cobrando poco dinero por pequeñas peleas en locales diminutos. Por si fuera poco, una lesión cardiaca le impedirá seguir dedicándose a lo único que sabe hacer bien en la vida.
CRÍTICA
Impresionante Mickey Rourke. Esa es la frase que más viene a la cabeza mientras se ve y se disfruta El luchador. Una película rodada con estilo moderno y pulso nervioso para perseguir una y otra vez la espalda del protagonista, pero que recuerda bastante a otros títulos deportivos de los años ochenta. Y es que hay mucho de nostálgico en esta historia, tanto por el recuerdo de ese tiempo pasado que fue mucho mejor como por el estilo de vida de ese luchador anclado económica y espiritualmente en esos ochenta, de los que apenas ha podido conservar una vieja consola de la marca Nintendo en la que todavía aparece como estrella mediática.
Muchos acusarán a la película de contar con varios tópicos del cine deportivo y de otras biografías cinematográficas con bajadas a los infiernos y resurrecciones varias. Es posible que estén en lo cierto, pero el mérito de la película es haber llevado esa historia más o menos típica al inexplorado terreno del wrestling norteamericano. Un mundo al margen de cualquier otra competición deportiva que cuenta con una serie de códigos realmente interesantes como trasfondo para la historia.
Ese mundillo representa a la vez lo mejor y lo peor de la condición humana. Lo mejor por el compañerismo que se esconde detrás de tanta brutalidad y tanta farsa. Lo peor por las secuelas físicas y psicológicas que deja el deporte. Son luchadores que nunca llegarán a ganar un título de verdad pero que tienen que sufrir en su cuerpo las vejaciones y el desgaste de cualquier boxeador de éxito. Es, por tanto, El luchador una contundente y emotiva historia sobre un deporte de mentira que, sin embargo, estruja y castiga a personas de carne y hueso.
ABOGADO
Sean Penn (Mi nombre es Harvey Milk) ya tenía un Oscar y, casi con toda seguridad, ganará un par de ellos más a lo largo de su carrera. El premio al mejor actor de este año tenía que haber sido para Mickey Rourke. Es cierto que su físico desgastado y maltratado por los excesos era el idóneo para interpretar al luchador, pero también es indudable que el actor le da a su personaje una presencia, un carisma y una nobleza muy difíciles de superar. Rourke consigue que un personaje tan patético no pierda la dignidad ni un solo segundo.
FISCAL
Marisa Tomei no era la persona indicada para interpretar a la otra protagonista de la historia. En el guión se habla de una mujer en decadencia física y psicológica (alter ego femenino de Rourke), y aunque la actriz no está nada mal en su papel, nadie se cree que los clientes de ese lugar de striptease la ninguneen como lo hacen. Una actriz más mayor y menos atractiva le hubiese dado un poco más de credibilidad tanto al personaje como a la historia de amor.
VEREDICTO
Notable (Para fans de la lucha libre, el buen cine y/o las interpretaciones legendarias).
TRAILER
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